¿Te convertiste en socio con una prima de emisión? ¡No solicites los dividendos!

¿Eres parte de una empresa y tu incorporación implicó aportar una prima de emisión? Si es así, es vital comprender cómo esta situación influye en la tributación de los dividendos que podrías recibir. En este artículo, explicaremos los aspectos clave que necesitas saber para optimizar tu carga fiscal. ¡Sigue leyendo y toma decisiones informadas para un mejor rendimiento financiero!

¿Qué son las primas de emisión? 

Las primas de emisión juegan un papel crucial en las operaciones de ampliación de capital dentro del contexto financiero. Cuando una empresa decide aumentar su capital, lo hace emitiendo nuevas acciones a un precio superior a su valor nominal. Esta diferencia entre el valor nominal y el precio al que emiten las nuevas acciones se conoce como prima de emisión.

Esta práctica tiene un propósito estratégico significativo: compensar a los accionistas existentes. Los nuevos accionistas contribuyen a las plusvalías acumuladas por la empresa hasta ese momento. Puesto que pagan más por las acciones de lo que indica su valor nominal.

Este aporte adicional de capital, que genera una prima de emisión, fortalece las reservas de la compañía. Esto a su vez evita la dilución de las acciones existentes. Garantizando que la entrada de nuevos accionistas no perjudique la proporción de participación y los derechos de los accionistas originales.

Siendo así, la estrategia de la prima de emisión también sirve para mantener un equilibrio en el valor de mercado de las acciones. Contribuyendo al crecimiento sostenido de la empresa a largo plazo.

Esta es una práctica comúnmente utilizada en el mundo financiero para respaldar el desarrollo y expansión de las organizaciones. Asegurando al mismo tiempo la equidad y la estabilidad en el accionariado.

También puede interesarte: ¿Qué es el Impuesto sobre las Transacciones Financieras?

¿Qué son los dividendos y su relevancia para los accionistas?

Los dividendos son las ganancias en forma de dinero que una empresa entrega a sus accionistas. Dependiendo de la cantidad de acciones que posean (prima de emisión). 

Estos pagos son esenciales para los accionistas, pues representan una parte vital de sus ganancias por ser dueños de la empresa. Los dividendos convierten las ganancias acumuladas en beneficios reales para los accionistas. Brindándoles una recompensa por su inversión y afectando cómo ven la rentabilidad a largo plazo de la empresa. 

De esta forma, estos se convierten en una manera en que la empresa comparte sus ganancias con quienes tienen participación en ella.

Opta por la prima de emisión antes de dividendos 

Si te convertiste en socio de una empresa a través de una ampliación de capital, es probable que hayas aportado una prima de emisión. Esta reserva se crea cuando un socio adquiere participaciones tras la constitución de la sociedad. 

Generalmente, esto se hace pagando un valor nominal y una prima adicional. Esto para compensar a los socios existentes por el aumento de valor de la empresa desde su inicio.

Aprovecha el beneficio fiscal

Si estás en esta situación, cuando llegue el momento de distribuir ganancias, te recomendamos que repartas primero la prima de emisión. Esto puede llevarte a importantes ahorros en tu declaración de IRPF. Pues, solo deberás tributar por la parte que exceda el valor de adquisición de tus participaciones.

También puede interesarte: Claves para realizar un aumento de capital en tu empresa

¿Cómo funciona la tributación de la prima de emisión? 

Cuando se reparte la prima de emisión, parte de ella se trata como dividendo. Gravándose según los fondos propios de la empresa menos el valor de adquisición por cada socio. Sin embargo, si el valor de adquisición es mayor que el de los socios más antiguos: es probable que gran parte de la prima no tribute como dividendo para ti.

Es fundamental tener en cuenta que estos procesos pueden variar en función de la legislación tributaria específica de cada país. Por ello, es altamente recomendable contar con el asesoramiento de un experto fiscal para entender plenamente las implicaciones. Te explicamos un caso bajo la fiscalidad española. 

Un ejemplo ilustrativo

Supongamos que tu sociedad limitada tiene un capital de 20,000 euros. Junto a una reserva por prima de emisión de 264,000 euros. Si decides repartir 100,000 euros, recibir la prima en lugar de dividendos puede ahorrarte impuestos significativos. Veamos cómo se compara con la tributación tradicional por dividendos: 

Este enfoque puede brindarte beneficios fiscales notables y no aumentará la carga impositiva para tus colegas socios. La prima de emisión no se grava de la misma manera que los dividendos. Esto por ser una cantidad que se añade al capital social de la empresa. 

Razones detrás del reparto de dividendos en las empresas

Las empresas optan por repartir dividendos por razones fiscales y transaccionales. Esta práctica ofrece una garantía de la veracidad de los informes contables y sirve como prueba de diligencia de los administradores en la gestión financiera. También ayuda a reducir los costes de agencia, alineando los intereses de los accionistas con la política de dividendos.

Además, el reparto regular y creciente de dividendos actúa como una prueba de la solidez financiera de la empresa. Generando confianza en los accionistas y atrayendo a posibles inversores.

Sin embargo, la determinación de repartir dividendos no es siempre directa. De hecho, puede variar según las condiciones económicas, los objetivos estratégicos de la empresa y las preferencias de los accionistas.

También puede interesarte: ¿En qué consisten las Uniones Temporales de Empresas?

¡Si te interesa explorar la opción de prima de emisión y necesitas asesoramiento fiscal o legal, no dudes en contactarnos! Estamos aquí para ayudarte a navegar por tu situación laboral y obtener los máximos beneficios. Contáctanos a través de tasconsultoria@tas-sl.es y agenda una asesoría personalizada con nuestros profesionales, ellos te ayudarán a potenciar tu negocio.