¿Qué prefieres como socio de una empresa: bonus o dividendo?

Los bonus, al igual que los dividendos, son beneficios que pueden recibir los empleados o accionista de una empresa. Sin embargo, aunque parezcan un mismo concepto, ambos son totalmente diferentes hasta en la tributación. En el siguiente artículo te contaremos de cada uno y, además, te detallaremos las diferencias que existen entre ambos. ¡Quédate hasta el final con nosotros para que conozcas los detalles!

¿Qué es un bonus?

Un bonus es una práctica retributiva que algunas empresas pagan a sus empleados como un incentivo por la productividad, rendimiento y logro de los objetivos planteados. La concesión y cuantía del bonus dependen de la productividad, beneficios o cumplimiento de objetivos previamente establecidos.

Siendo así, su cálculo puede variar según el tipo de trabajo y sector. Generalmente, estos vienen fijados en las condiciones contractuales de los profesionales, además del salario fijo. 

La cantidad de salario variable que se recibe como bonus depende del tipo de trabajo y sector. Esto se debe a que la cantidad de ganancias y la dificultad de cada trabajo varían. Por ello, se pueden establecer bonificaciones para motivar a los empleados a trabajar más duro y lograr mayores ganancias. 

Los objetivos para obtener el bonus son claros, medibles, alcanzables y realizables. Estos se establecen al principio para todos los profesionales con este sistema y van unidos a un sistema de retribución de acuerdo al salario fijo. 

No obstante, el bonus o salario variable no tiene que ser necesariamente en efectivo. En su lugar, se pueden establecer ciertos beneficios retributivos o con descuento como la entrega de acciones de la compañía, la disposición de un vehículo corporativo, la reducción de jornada, entre otros.

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¿Qué es un dividendo?

Se entiende como dividendo la parte de los beneficios generados por una empresa y que la misma decide repartir entre sus accionistas. Es decir, es el dinero pagado a los socios como retribución por su inversión en la misma. 

El monto de los dividendos se establece según lo que indiquen los estatutos de la empresa. Estos se reparten de manera proporcional entre los asociados, de acuerdo con el porcentaje correspondiente al total de acciones que posean.

En ese sentido, existen diferentes tipos de dividendos en función del momento de su reparto y cómo son repartidos. Estos son los siguientes.

1. Dividendo a cuenta. Se paga al accionista en su cuenta en efectivo como anticipo del beneficio obtenido.
2. Dividendo complementario. Se añade al entregado a cuenta.
3. Dividendo extraordinario. Se reparten cuando ha habido beneficios extraordinarios.
4. Dividendo en acciones. Se reparte en acciones, en vez de en dinero.
5. Dividendo fijo. Es fijado por la compañía, independientemente del resultado obtenido en el ejercicio.

Para calcular los dividendos que recibirás de una empresa, debes multiplicar el dividendo pagado por cada acción (también conocido como “DPA”) por el número de acciones que poseas.

El DPA, entonces, se determina dividiendo la cantidad de dinero que la empresa pagó en dividendos regulares por el número de acciones de la compañía que posean los inversionistas.

Diferencias entre bonus y dividendos

Ahora la parte que nos interesa: los dividendos son la parte de las ganancias distribuidas entre los accionistas. Los tenedores de acciones reciben un dividendo cuando cierra el ejercicio fiscal de la empresa si esta obtuvo ganancia. 

Por otro lado, los bonus son una forma de retribución variable vinculada con la producción o la calidad del trabajo de los empleados.

En cuanto a la tributación en España, los rendimientos del trabajo obtenidos en concepto de bonus tributan íntegramente en el año de su percepción. Teniendo independencia de que retribuyan trabajos desarrollados en un período previo. 

Se sumarán así al resto de rendimientos del trabajo obtenidos durante el ejercicio y al resto de rendimientos de la base general del impuesto. Como resultado, estos son sometidos a tributación. 

El bonus tributará en el IRPF al tipo marginal aplicable (pudiendo ser del 45% o superior según la comunidad autónoma). Pero, también será un gasto deducible para la sociedad (de modo que esta se ahorrará el 25% del importe satisfecho). 

Mientras que, el dividendo tributará en el IRPF a un tipo más bajo (de entre el 19% y el 23%) a diferencia del bonus, que no será un gasto deducible para la sociedad. 

Por tanto, según estas premisas, el bonus saldrá más a cuenta si al integrarlo en su IRPF la base general no supera los 60.000 euros. En este caso se aplica un tipo marginal del 37%. 

No obstante, si las rentas que tributan en su base general ya son elevadas, el bonus tributará al tipo marginal máximo (45%). Por tanto, la mejor opción será el dividendo. 

A continuación te mostramos un ejemplo de coste en el caso de que quieras obtener 10.000 euros netos adicionales, según cuál sea su salario bruto actual.

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Beneficios de los dividendos y bonus

Son muchos los beneficios que generan los dividendos a los socios de empresas. Por ello, te mencionaremos los más destacados:

1. Es una renta que recibe el accionista por ser propietario de la empresa. La obtienen cuando la empresa ha obtenido beneficios.
2. Brindan una buena protección frente a la inflación y a menudo son sostenibles debido a que muchas empresas están reduciendo sus coeficientes de reparto.

Por su parte, los bonus son un beneficio para los empleados que pueden conseguir dependiendo de su trabajo y sus logros. Algunos de los beneficios que pueden conseguir son: 

1. Son una recompensa económica que se otorga a los empleados por su desempeño laboral.
2. Pueden ser una forma efectiva de motivar a los empleados y mejorar su rendimiento. 
3. Son una forma efectiva de retener a los empleados talentosos y experimentados.

Estos son algunos de los beneficios que puedes conseguir de estos dos conceptos, ya seas empleado, empleador o socio de empresa. 

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