¿Cuándo prescribir tus facturas impagadas y cuáles son los plazos para reclamarlas?

En el complejo escenario financiero, comprender los aspectos sobre cuándo prescribir tus facturas impagadas resulta esencial. Explora detalladamente los plazos establecidos en España para reclamar estas deudas pendientes. Desde las transacciones entre empresas y autónomos hasta las dirigidas a administraciones públicas. A continuación, desglosaremos cada escenario y sus limitaciones temporales. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la prescripción de facturas y cuáles son sus implicaciones? 

La prescripción de una factura impagada es cuando un vendedor, sea autónomo o empresa, pierde el derecho a reclamar un pago pendiente.

Este proceso es una herramienta jurídica destinada a mitigar la incertidumbre relacionada con los derechos de cobro. Esto ocurre ocasionalmente surge debido a la falta de integridad en la contabilidad.

No obstante, la prescripción de facturas impagadas puede suponer un desafío para numerosos profesionales. Pues, si no se toman las acciones adecuadas, podrían verse privados. Específicamente de la posibilidad de exigir el pago de deudas que se encuentren fuera del plazo temporal.

Dentro de este contexto, se distinguen dos motivos fundamentales que conducen a la prescripción de facturas:

• En primer lugar, podría ocurrir que el emisor de las facturas impagadas no haya gestionado formalmente la reclamación de pago. 
• En segundo lugar, está el caso del receptor de las facturas no ha reconocido su obligación de efectuar el pago. 

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¿Qué dicen las leyes sobre la prescripción de facturas impagadas en España? 

En España, la legislación protege a autónomos y empresas ante deudas impagadas. Un área de gran importancia en este contexto es el tratamiento legal de la prescripción de facturas sin cobrar.

En el pasado, las reglas relacionadas con la extinción de deudas documentadas en facturas se encontraban dentro del ámbito del Código Civil. El artículo 1964 de este código establecía un período general de prescripción de 15 años para las facturas impagadas.

Sin embargo, se produjo un cambio significativo en esta dinámica con la promulgación de la Ley 42/2015, del 5 de octubre:

• Esta reforma legal presentó una modificación crucial. Determinó que el lapso de prescripción para la recuperación de pagos mencionados en facturas se reducía a 5 años. Siempre que se refirieran a operaciones comerciales entre profesionales y particulares. Esta medida tuvo un impacto substancial en la relación financiera y contractual entre las partes involucradas en dichas transacciones.
• Es innegable que estas disposiciones legales tienen como objetivo resguardar los intereses de aquellos que proveen bienes y servicios. Especialmente aquellos cuya subsistencia depende de un flujo de ingresos constante para mantener sus operaciones económicas. El límite de prescripción acelera las soluciones a incumplimientos para un ambiente más equitativo.

Plazos relativos a la prescripción de una factura impagada

El período de prescripción destinado a la recuperación de facturas impagadas presenta variaciones. Todo depende de la categoría de deudor vinculada a la factura sin liquidar:

Asimismo, otros lapsos de prescripción se relacionan a las facturas impagadas en función del contexto de la deuda. 

• Por ejemplo, tienes un margen de 5 años para deudas derivadas de préstamos, pagos o distribución de dividendos. También incumplimientos de alquiler o deudas asociadas a servicios básicos (tales como telefonía, agua o gas). 
• Las deudas contraídas con establecimientos de hospedaje, así como con profesionales del ámbito legal, prescriben al cabo de 3 años. Sean abogados, jueces, notarios, procuradores o registradores.
• El plazo de prescripción más extenso se vincula al reembolso de hipotecas, que se cumple después de 20 años. 

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¿De qué manera se puede evitar la prescripción de facturas impagadas? 

La situación en donde las facturas impagadas se prescriben preocupa a muchos profesionales. Afortunadamente, existen diversas estrategias para evitar esta situación y garantizar la retribución por su trabajo.

• Uno de los enfoques disponibles es llevar a cabo un reclamo del pago de manera formal o amigable. Bajo este método, el emisor de la factura asume el papel activo de buscar el pago. Esto implica la necesidad de demostrar que ha tomado medidas concretas para solicitar el pago de forma adecuada.

Esto implica utilizar canales de comunicación registrados, como el envío de cartas certificadas o correos electrónicos con acuse de recibo. La notificación debe ser clara y precisa. Siempre mencionando las facturas impagadas y proporcionando todos los detalles necesarios para su identificación.

Algunos profesionales optan por complementar esta notificación formal con una llamada telefónica. A fin de reforzar la importancia y urgencia del asunto.

• Por otro lado, los profesionales también pueden recurrir a la vía judicial como medio para reclamar las facturas impagadas. El juicio monitorio es una alternativa eficiente y económica para recuperar deudas cuyo monto no excede los 250.000 euros.

Este proceso simplificado agiliza el trámite legal. Permite que los profesionales obtengan el pago que les corresponde de manera más rápida y sin incurrir en costos excesivos. En caso de que la cantidad adeudada supere este límite, será necesario recurrir a métodos más tradicionales. Ya sea el requerimiento notarial o el proceso judicial ordinario.

Puedes ver el resumen a continuación: 

¿Qué ocurre con el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en casos de facturas impagadas? 

Esta es una preocupación común para las empresas y autónomos. Esto porque deben enfrentar la obligación de abonar el IVA repercutido en todas las facturas emitidas. Independientemente de si estas son impagadas o no. 

Este escenario presenta una desventaja financiera, ya que los profesionales deben adelantar los fondos correspondientes al IVA. Pero, sin tener la certeza de que podrán recuperarlos en caso de impago.

Sin embargo, las empresas tienen el derecho de recuperar el importe del IVA que han adelantado en situaciones de facturas impagadas.

Esto representa un alivio importante para quienes se enfrentan a la posibilidad de perder los fondos invertidos en concepto de IVA. Y es una oportunidad de equilibrar los costos asociados a los servicios prestados. 

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Dominar los plazos en los que prescriben las facturas impagadas es esencial para salvaguardar tus intereses financieros. No dejes que las deudas no abonadas queden en el olvido. Si buscas orientación y decisiones acertadas para tu situación, te invitamos a solicitar una consulta contable personalizada con nuestros expertos. ¡Actúa hoy para un futuro financiero más sólido y seguro!