Debido a los problemas económicos que deben enfrentar los autónomos, los gastos de manutención y estancia que se tengan en el desarrollo de las actividades profesionales son deducibles desde 2018. Estas deducciones son las que se conocen como dietas de autónomos. Para saber como funcionan estas dietas y cuándo puedes deducirlas, quédate hasta el final de este artículo, donde te estaremos contando todo lo que necesitas saber y más.
¿Qué son las dietas autónomos?
Las dietas autónomos, se consideran aquellos gastos que se generan por el desarrollo de tu actividad laboral y que, por tanto, no te corresponde pagar. Es decir, son los gastos que te toca deducir según la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo del 2018.
En esta ley se trata de equiparar las condiciones de los asalariados y la de los autónomos. Esto quiere decir que los autónomos pueden deducir de su IRPF y de su IVA los gastos, tanto de hospedaje como de manutención y desplazamientos, que se puedan justificar como necesarios para trabajar.
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¿En qué impuestos se pueden deducir las dietas?
Los gastos autónomos que resulten como consecuencia de la actividad laboral que realizas, se pueden restar tanto de tu declaración de IRPF como del IVA. De esa forma, no afectarán tanto tu economía.
Esto, lo que quiere decir es que lo que tomes o comas por trabajo lo puedes restar de la cantidad que te toque pagar del IRPF como gasto deducible. Así pagarás un impuesto menor y, en el caso del IVA, también entra como un gasto deducible y lo declararías en el modelo 303 como gasto deducible de la comida.
¿Cuáles dietas autónomos son deducibles?
Se puede hacer una deducción de gastos de manutención a la alimentación y a los gastos de viaje. Un ejemplo de las dietas autónomos puede ser los gastos de gasolina, los viajes en transporte público o las estancias en hoteles. Claro está, siempre y cuando estén relacionadas con trabajo.
Esto se debe a que el ritmo de vida que tienen los autónomos, y por la clase de trabajo que hacen, es común que se vean obligados a recurrir a restaurantes para poder alimentarse sin alterarse la actividad laboral. Además, a eso hay que sumarle todas las comidas con clientes que suelen ser obligatorias para poder cerrar ciertos acuerdos.
¿Qué cantidades puedes desgravar como autónomo en dietas?
Un autónomo puede gravar en dietas de comida o de gastos de viaje según lo estipulado en la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo y no puede superar los límite que esta plantea. Dichos límites son:
Estos límites son inamovibles, lo que significa que no hay ningún tipo de documentación que puedas presentar para ampliarlos. Sin embargo, conviene aprovechar estas deducciones, ya que pueden suponer un buen ahorro al final del ejercicio laboral.
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¿Cuáles son los requisitos para poder deducir las dietas autónomos?
Para deducir de las dietas autónomos, se debe cumplir con una serie de requisitos para que esta se dé correctamente y todo siempre bajo la ley. A continuación, te mostraremos los requisitos que suelen ser solicitados:
¿Cómo puedes justificar los gastos deducibles de las dietas ante Hacienda?
Para justificar las dietas autónomos ante hacienda, lo más importante es contar con una factura que acredite el gasto. En esa factura deben aparecer tanto tu nombre, como tu apellido, tu NIF, la fecha y el lugar del gasto, además de la cantidad que has pagado.
También, debes tomar en cuenta que los gastos que superen las cantidades máximas no podrán justificarse como dietas y se deberán incluir como gastos normales no deducibles en tus declaraciones.
Considera, además, que es recomendable que guardes tus facturas durante cuatro años. Esto debido a que Hacienda siempre puede querer hacer una revisión durante este periodo de tiempo.
¿Qué pasa si no puede justificar un gasto deducible?
Si no puedes justificar la necesidad de la dieta autónomos ante Hacienda, debes saber que puedes sufrir diferentes consecuencias, las cuales pueden perjudicarte a ti y a tu emprendimiento. Las consecuencias de las que te hablamos son:
- El gasto pasará a correr por tu cuenta, por ello tendrás que modificar las declaraciones de IVA y de IRPF.
- Pueden caer un recargo de entre el 50% y el 150% del gasto.
Lo más recomendable es ser muy consciente de tus gastos si lo que pretendes es deducirlo como parte de tus dietas.
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